La promesa de Dios, el reino milenial

Escrito por el Departamento Educativo Internacional

«Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad en éstos; antes serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años»

Apocalipsis 20:6 (RVA)

El versículo que estamos analizando inicia con una palabra profundamente significativa: «Bienaventurado», que se traduce como «muy bendecido». Desde esta perspectiva, podemos afirmar que aquellos que sean resucitados y transformados cuando el Señor Jesús venga por segunda vez a la tierra serán verdaderamente dichosos. No solo habrán vencido al pecado y a la muerte, sino que también serán testigos de cómo el Primogénito de Dios restaura este mundo bajo su reinado de mil años.

Esta promesa incluida en este versículo profético nos debe llenar de esperanza y motivación a fin de que podamos ser impulsados a vivir una existencia llena de fe y devoción, alineada con los mandamientos de Dios y las enseñanzas de Jesucristo. Así, «Bienaventurado» no solo se convierte en una declaración de lo que podemos ser, sino también es un llamado a lo que debemos aspirar mientras vivimos en este plano terrenal.


Comentarios de la lección:

La estatua que vio Nabucodonosor en su sueño, simboliza el ascenso y declive de imperios, comenzando con Babilonia hasta llegar al formidable y temido Imperio Romano. Daniel 2:36-45

La piedra, que no es otra que Jesucristo mismo, simboliza la fuerza indestructible y la soberanía de Dios. Daniel 2:34; Isaías 28:16; Mateo 21:42-44; Hechos 4:10-12

El cumplimiento de esta profecía será cuando Jesús venga por segunda vez a la tierra, momento en el cual juzgará a las naciones de acuerdo con la voluntad del Todopoderoso. 1 Corintios 15:25; Isaías 24:21,22

El reino milenial traerá consigo eventos como destacan la resurrección de aquellos que se mantuvieron fieles, la restauración de nuestro planeta, la restitución del sacerdocio Aarónico y el confinamiento de Satanás por mil años. Apocalipsis 20:1,2,6; 1 Corintios 15:51

En el reino milenial los desiertos florecerán, los árboles frutales prosperarán, las armas de guerra se convertirán en herramientas de cultivo, y el conocimiento de Dios saturará cada rincón de la tierra. Salmo 72:16; Joel 2:15-19; Isaías 30:23; Ezequiel 39:8,9; Zacarías 13:1,2,14:16,17

Al finalizar este periodo de mil años, el Señor Jesús, será protagonista del acto de obediencia más importante de todos los tiempos: Entregar el reino al Padre Celestial a fin de consolidar la promesa del Reino Eternal. 1 Coríntios 15:24

Todo lo descrito anteriormente nos motiva e inspira a vivir vidas de fe y devoción, sabiendo que las recompensas divinas nos aguardan. Hebreos 10:24-25


“Desde ahora y hasta el final de nuestros días, debemos prepararnos para participar en el reino milenial donde Jesús restaurará todo según la voluntad del Padre. Para ser testigos de este magnífico evento, es crucial vivir en fidelidad y alineados con los mandamientos de Dios. Que cada día se refleje nuestro compromiso, preparándonos para la paz y plenitud que se ha prometido de manera verdadera”

Hebreos 4:7